Las empresas y compensaciones laborales

Portrait of smart young business executive enjoying success with team mates

Hablar de compensaciones supone un análisis profundo sobre temas monetarios, sin embargo… habría que empezar por definir, ¿qué es una compensación? Pues bien, se refiere a todo aquello que recibe un colaborador a cambio de su trabajo en una empresa, puede ser en dinero y/o especie (incluyendo sueldo, comisiones, prestaciones, participación en las utilidades, etc.)

Normalmente, las empresas diseñan planes de compensaciones que tengan como objetivo:

  1. Retener al personal con el que cuentan.
  2. Fomentar un adecuado desempeño.
  3. Mantener un alto nivel de productividad.
  4. Cumplir con las disposiciones legales.
  5. Evitar la desigualdad y fomentar un clima laboral sano.
  6. Tener colaboradores contentos y motivados.
  7. Controlar sus costos.

Sin embrago, realizar un plan que ayude a cumplir con los objetivos, no es tarea fácil, para ello se requiere contar con personal competente en el área y seguir estas recomendaciones:

  • Tomar en cuenta la empresa misma y sus características económicas.
  • Realizar una correcta clasificación de los puestos, tomando en cuenta la finalidad del mismo, el grado de responsabilidades que tiene, la complejidad de sus funciones.
  • Establecer una estructura de sueldos y salarios imparcial y equitativa.
  • Analizar las prestaciones actuales y unificarlas (en la medida de lo posible) para evitar diferencias.
  • Realizar un análisis constante en el mercado para conocer los sueldos que perciben otros colaboradores del mismo sector y mantener la competitividad.
  • Definir qué prestaciones adicionales se le podrían ofrecer a los colaboradores para incentivarlos así como sus límites.
  • Con respecto a las prestaciones que exige la Ley, respetar el cumplimiento de las mismas.

Es importante trabajar, nivelar, y actualizar las compensaciones en la organización ya que puede afectar la productividad de los colaboradores y dar como resultado de la falta de satisfacción conduciendo a dificultades, desconfianza, ausentismo, incrementar el nivel de quejas o incluso pueden buscar un empleo diferente lo que nos repercute en la rentabilidad y competitividad de la organización.

Fuente: Boletín AMF.

Por: Irma Gallegos, Ana Oros y Rebeca Hernández

Consultoría

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