Se nos olvida, muchas veces, que antes que podamos ser emprendedores… o para el caso, antes de poder ser alguien en la vida, tenemos que contar con educación básica. Acabar la preparatoria, como mínimo indispensable para poder emprender un camino más fácil hacia el éxito.
Cierto, todos conocemos historias de alguien que “no acabó la secundaria y ahora es un éxito en los negocios”, pero éstas si bien no son leyendas urbanas sí son garbanzos de a libra, cada vez más imposibles en el mundo de hoy.
La deserción escolar es un tema grave en México. Uno que pocas veces miramos al estar enfocados en los otros números de pobreza extrema. Este indicador es quizá el eslabón que perpetua el círculo de pobreza, el que exacerba las conductas nocivas en la juventud y el que trunca el desarrollo integral del país. De 100 niños que empiezan la primaria sólo 36.1 acaban la preparatoria. El grado mínimo necesario para poder competir en el mundo de hoy.
Es aquí en donde entra Peraj. Una institución social que busca reducir el abandono de los niños de la escuela. Peraj no es sólo un ejemplo de emprendedurismo social, sino que, además, es una cuna de futuros emprendedores o empleados o personas de bien.
Peraj es un programa que existe en más de 20 países alrededor del mundo y que inició a operar en México en 2004. Su programa, llamado Adopta un Amig@, pretende establecer relaciones de mentoría entre jóvenes universitarios que están realizando su servicio social y alumnos de 5º y 6º de primaria de escuelas públicas de la localidad que son catalogados, por diversas situaciones, como de alto riesgo de deserción escolar.
Durante diez meses, todo el año escolar, cada niño con su mentor se reúnen cuatro horas a la semana, a veces solos a veces en compañía de otros niños mentores, para trabajar, mediante el juego y el diálogo, en actividades sociales, culturales, de apoyo escolar y sociales. El niño encuentra en su mentor una guía y un ejemplo y a través del temario del programa desarrolla habilidades de vida que promueven su autoestima y reducen su motivación para dejar la escuela. El poder del vínculo niño–mentor muchas veces es suficiente para cambiar la vida de los pequeños… además del enorme efecto que tiene en los mentores que se conectan con una realidad diferente y, en su papel de “maestros”, aprenden habilidades importantísimas para su vida futura.
Una de las maneras más admirables en la forma de trabajo de Peraj es la “inteligencia financiera” con la que logran su objetivo. Con muchas organizaciones sociales existe el problema de que quieren empezar “todo” desde cero, lo cual implica desaprovechar los recursos que ya existen en el país. Peraj no buscan inventar el hilo negro sino canalizar recursos que Ya existen para sus fines. El requerimiento de servicio social Ya existe, ellos lo aprovechan para reclutar mentores. Las becas, que algunos mentores reciben, Ya existen, ellos sólo las canalizan a los mentores que las merecen.
En pocas palabras Peraj diseña, guía y coordina un esfuerzo tripartito entre el gobierno, instituciones de educación pública y educaciones de educación privada.
Una situación ganar-ganar para niños, para sus mentores y para el país. En los diez años que lleva trabajando Peraj más de 20 mil niños han sido apoyados. Reduciendo en 80%, el riesgo de los que se encuentran en alto riesgo de deserción de abandonar la escuela.
Este año 127 campus, de 61 universidades diferentes, en todos los estados de la República Mexicana participan en el programa. De hecho, cinco mil 5138 niños fueron apoyados este año, y la proyección de crecimiento, si sigue con la tendencia de los años anteriores, puede llegar a siete mil niños el próximo año escolar.
Un ejemplo de que en México, más allá del cliché de la propaganda, cuando se quiere, cuando se establecen instituciones inteligentes y bien manejadas, sí se puede.
Si desean tener más información sobre Peraj: www.peraj.org o al teléfono (55) 52026066.
Fuente: Dinero en Imagen, 06.09.2014