Por: Ferenz Feher, CEO Feher Consulting
Feher Consulting, Mayo 2022
Cuando hablamos de emprendimiento, las reglas simplemente no son tan claras. Algunas veces nos recomiendan abrir con amigos verdaderos, que sepan el riesgo de sus decisiones; otras veces nos piden que no sean amigos o familiares nuestros socios, ya que el juego es complejo y quizás no estén preparados para ello. ¿Es recomendable mantener junta la amistad y los negocios? Aquí tres historias para considerar.
Amistad y amistoso en los negocios no es lo mismo
Al principio de cualquier emprendimiento, los amigos, la familia y en general, todos los círculos sociales que frecuentas, son los primeros en creer en tu idea, en tu modelo de negocio y en tus soluciones. Todos te compran y pasan la voz. Se hacen cadenas de difusión “de boca en boca”, recomendándote con sus conocidos. Es la red social antigua con la que podemos contar.
Y más allá de contar con esos amigos que no te abandonan, están aquellos que creen tanto en ti y en tu capacidad como emprendedor (a); que incluso se asocian contigo en tu sueño de emprendimiento; o bien, eres tú quien cree en ellos.
Lee también los 5 secretos para elegir franquicias rentables y exitosas.
La receta es simple: crees en el negocio, brindas tu ayuda monetaria, tu experiencia y/o expertise, para que nazca el mejor negocio del planeta. Muchas veces es así. Pero otras veces, si no es que la mayoría, termina la historia con un tinte de tragedia griega.
Desde aquellos que se apropian del concepto, registran la marca sin previo aviso o te sacan de la jugada; todos hemos escuchado una de estas historias de terror empresarial, pero ¿Qué pasa con aquellas historias en donde SÍ se pudo mezclar la amistad con el negocio? Te presentamos tres historias reales, de personas que llevan bien el negocio, pero mejor la amistad.
Amistad nivel: Me quedo a dormir en tu casa (y hacemos negocio btw)
En 2007, Nathan Blecharczyk se muda a San Francisco, Ca. (E.U.A.). Para pagar el departamento busca un roomate con quien compartir gastos. Joe Gebbia se presenta y ante la afinidad de profesiones (Nathan era ingeniero en una startup y Joe era diseñador de otra), deciden vivir juntos.
Un año después, Brian Chesky, antiguo compañero de Nathan se muda con ellos y los tres se vuelven amigos inseparables. En ese año había un evento de diseño en la ciudad y ante la imposibilidad de conseguir hoteles económicos y/o cercanos a la sede; entre los tres crean una página web que ofrece la posibilidad de rentar habitaciones y/o espacios contiguos de vecinos interesados en compartir su espacio con extraños.
Así nació Airbnb.
Amigos del tipo Somos iguales, hagamos negocios con nuestros gustos
En los años sesenta, dos chicos norteamericanos que cursaban séptimo grado la pasaban muy mal en clase de educación física. Eran los más lentos y los menos atléticos de la clase. Se hicieron amigos inmediatamente.
Inseparables como eran, cursaron y terminaron la escuela, siguieron frecuentándose, hasta terminar viviendo juntos en Nueva York, en donde en 1978, abren su primera tienda de helados.
Sus nombres: Ben Cohen y Jerry Greenfield. Dueños de las heladerías Ben & Jerry’s.
Mismas motivaciones: Tenemos los mismos sueños
Ser un atleta de alto rendimiento en Estados Unidos es una profesión llena de experiencias en donde el común denominador es la constancia… y la paciencia. En 1997, Brandon Landry y Jack Warner, dos Walk-ons o atletas no reclutados ni firmados que no estaban dispuestos a renunciar a su sueño de ser atletas universitarios, siguen esperando su oportunidad para sobresalir como jugadores de la Universidad Estatal de Lousiana.
A pesar de prepararse y ejercitarse continuamente, sus tiempos en la cancha de basketball no son lo suficientemente certeros; por lo que siguen esperando que la oportunidad llegue. Cuando ambos estaban de alguna manera resignados a dejar de lado su sueño, se dan cuenta que hay más coincidencias que les unen. Ambos sueñan entonces con abrir un restaurante, un sports bar.
Y es como nace Walk’s On Sports Bistreaux. Franquicia con más de 60 unidades y en donde debutaron como empresarios -y mejores amigos. En 2012 fueron nombrados por la cadena deportiva ESPN como el mejor bar deportivo de Estados Unidos y en 2015 se unió a sus filas Drew Brees, quien en ese entonces aún era jugador de los Santos de Nueva Orleans, y Dek Prestton, actual quarterback de Vaqueros de Dallas.
Lecciones de amistad y negocios
En las tres historias hay un común denominador: la amistad y la visión compartida de los protagonistas. Entenderse y complementarse, además de compartir sueños han sido algunas de las características de estas historias. Además, nos enseña que efectivamente, la amistad puede perdurar tanto como los negocios.
Y tú, ¿qué opinas de abrir una franquicia con un amigo? ¿Te animarías?