Sube y baja inflacionario, el impacto a los negocios

Alejandra Solís, Consultora Financiera Feher Consulting

Feher Comercialización, Marzo 2023

“El aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo”. Este proverbio chino es muy utilizado para describir situaciones en donde tenemos que evaluar profundamente las decisiones que tomamos en nuestro día a día y cómo será su impacto en nuestro futuro. Pero, ¿qué pasa cuando aplicamos La Teoría del Caos a los negocios?

En los tiempos actuales vivimos constantemente en el discurso “la inflación subió”, “la inflación repuntó”, lo que nos lleva a la pregunta: ¿cuál es el punto ancla de estas afirmaciones? La respuesta es sencilla, simple Teoría del Caos aplicada a los negocios.

En la economía mundial, el punto ancla de toda la volatilidad inflacionaria fue la última pandemia de salud provocada por el virus Covid-19. Esta pandemia nos generó un cuarentena interminable, en la cual, debido a las instrucciones de las autoridades, se alejó a las personas de sus centros de trabajo habituales de trabajo, generando una muy baja producción de los bienes y servicios.

El primer efecto inflacionario derivado de la pandemia fue relativamente breve y con consecuencias controladas. Durante dicho encierro, los artículos y bienes de primera necesidad subieron constantemente de precio, debido a su mayor demanda, es decir, la misma cantidad de bienes que ya se habían producido, ahora eran solicitados por una cantidad de personas mucho mayor a la planeada, y, a pocos bienes, estos se cotizan más caro. Pero, de cualquier forma, en algún punto la pandemia iba a terminar, y los bienes de primera necesidad serían nuevamente requeridos por la cantidad normal de personas.

Ahora bien, retomando nuestro aleteo, miles de personas encerradas es igual a miles de personas sin realizar actividades económicas. Esto generó una interrupción masiva de la cadena productiva, no solo de los bienes de primera necesidad, si no de todos los sectores en todo el mundo, cuyas cabezas estaban conectadas entre países, necesitándose entre sí. Después, al salir de nuevo todas las personas a su vida normal, pero con una producción mucho, mucho más baja y atrasada, comenzaron a escasear todos esos bienes, y con ello, de nuevo, se produjo otro aumento generalizado de precios, pero esta vez, a una escala mucho mayor e incontrolable.

A pesar de las medidas extremas que tomaron los países, un aleteo de salud, que comenzó en una zona del oriente, terminó por afectar la economía mundial, llegando hasta los sectores más importantes de la economía: los negocios y los consumidores.

Por un lado, tenemos a los negocios que, ya sea derivado de la pandemia, o bien, porque así lo requiere su forma de operar, tienen dentro de sus finanzas créditos, cuyas tasas de interés muchas veces tienden a ser variables, y, ¿de qué depende dicha variación?, de la inflación, es decir, que, ante la variación en los precios y su consecuente aumento, sus deudas también aumentan. Además, los negocios no solo tienen que enfrentarse a deudas cada vez más altas, si no que también los bienes que tanto requieren para sus actividades comerciales, ahora los consiguen más caros, repitiendo, por la baja producción que todavía existe por secuelas pandémicas.

Y es aquí donde nuestro aleteo llega a un segundo grupo, los consumidores. Por un lado, los consumidores se enfrentan a bienes y servicios con precios cada vez más altos, y por otro lado se enfrentan a una pérdida de su poder adquisitivo. ¿Por qué pierden poder? Fácil, porque no se mantienen con el mismo nivel de ingresos, o, inclusive, ahora operan con deuda. Suponiendo el primer caso, el mismo dinero que percibían, ahora les alcanza para menos bienes y, cuando a la gente le alcanza para menos, la lógica nos dice que “priorizan su vida”.

Nuevamente, nuestro aleteo inicial nos lleva a nuevas afectaciones, en donde aquellos sectores que no forman parte de bienes o servicios de primera o segunda necesidad tienden a quebrar ante la priorización de los consumidores. Cuando estos priorizan su alimento, su vestimenta, su salud, giros como entretenimiento, recreación, servicios complementarios, medios, servicios profesionales (no médicos ni educacionales), etc., se tambalean tratando de sobrevivir.

Un punto es seguro: la variación en la inflación, aunque puede tener muchas causas, siempre tendrá afectaciones o beneficios en los consumidores y en los negocios. Y, aunque no podemos evitar del todo los puntos negativos, ciertamente si podemos estar prevenidos en ciertos afectos para que las afectaciones sean menores. Seas consumidor, o que seas negocio, estas actividades podrán ayudarte a que las alzas en la inflación te afecten de mejor manera:

  1. Sácale provecho a tu dinero. Los ahorros abajo del colchón o guardados en la caja fuerte no sirven, pon tu dinero a trabajar. Aprovecha la constante información que ves sobre niveles de inflación para aperturar una cuenta de inversión cuya tasa sea más alta.
  2. Observa las temporalidades. Durante todo el año, existen productos que salen más baratos por temporada. Aprovecha para hacer tus compras eficientemente.
  3. Observa las localidades. Vivir u operar en un lugar en específico puede ser altamente beneficioso si esto genera importantes ahorros en tus compras. Los niveles inflacionarios afectan de manera diferente por localidades. Si quieres fresas, vive cerca de la fragaria.
  4. Aprovecha el volumen. Organízate con otros, de tal manera que logres que, al comprar un bien en mayor cantidad, generes un ahorro en su costo. Existen múltiples bienes que no tienen una fecha de caducidad y constantemente los estamos consumiendo, por lo que su alto volumen no representaría un riesgo, si no mas bien un beneficio.

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