Por: Ferenz Feher, CEO Feher Consulting
Feher Consulting, Noviembre 2021
Todas estas historias son un llamado para todos los jóvenes y los adultos, es una buena forma de que los niños nos recuerden, como la generación que comenzó a cambiar las cosas en el mundo. La determinación depende de cada quien y lo que cree…
En algunas regiones de África, tener zapatos es un lujo. Ir a la escuela y comer tres veces al día es sólo para unos cuantos. Los problemas nutricionales en los niños merman su desarrollo físico y mental. Por ello, para aquellos que pese a todas las condiciones infrahumanas en donde les ha tocado vivir, salen adelante por medio de sus propios recursos es un logro que muy pocos logran.
En estos días donde el impacto social está más presente que nunca dentro de la esfera empresarial, quisiera contarles tres historias breves sobre cómo una iniciativa puede cambiar el rumbo de las cosas:
La primera historia es sobre William Kamkwamba, habitante de Malawi, uno de los países con menos esperanza de vida y altas tasas de mortalidad infantil. En 2001, con 14 años cumplidos, había terminado la primaria y empezaba la secundaria. Debido a su precaria situación, era complicado que fuera a la escuela, ya que la familia tenía que subsistir y vender lo poco que cosechaban.
Ese año, tras una sequía atroz y una compleja situación política que complicaba más las deficiencias de la comunidad, William leyó en una biblioteca comunitaria el libro “Energy”, donde explicaban –en inglés‒ los diferentes tipos de energía existentes, incluyendo la eólica. Con estos conocimientos y la ayuda de algunos cuantos amigos que aún seguían en el pueblo, desafió todos los pronósticos, construyendo un molino capaz de generar energía para bombear agua y así, logró salvar a su familia, su comunidad, y se hizo tan famoso que hay libros y películas sobre sus hazañas.
La segunda historia es sobre un reto viral que ha logrado unir a la población mundial. El Trashtag Challenge, a pesar de que el reto inició hace un par de años. La hazaña consiste en publicar una selfie en un lugar lleno de basura, limpiarlo, y tomar una nueva foto, pero esta vez, al lado de las bolsas de basura recolectada. A la fecha, se han rescatado costas, playas, bosques y lugares turísticos, siendo los países más activos Filipinas, Australia, España, Argentina, India… y ¡México! Como dato curioso, en la playa Mahim (India), se han recolectado unas 700 toneladas de basura en sólo dos semanas. ¿No es increíble lo que podemos hacer unidos?
Finalmente, la tercera historia se centra en la propuesta de La hora del planeta; iniciativa dedicada a la concientización del cambio climático mundial, misma que desde el 2007 en Australia se ha replicado ya en 188 países. La idea es simple: apagar la luz una hora, y lo único que tenemos que hacer es apagar todas las luces de casas, calles, empresas, monumentos, etc. Así, las redes sociales se encienden para exigir a los gobiernos de todo el mundo cambios políticos para la lucha efectiva contra el cambio climático, que ya es una de las mayores amenazas a la biodiversidad y, por lo tanto, para la humanidad.
En México se han sumado, además a la propuesta, otras tres iniciativas, donde se invita a la población a unirse a alguna de ellas:
#RetoDíaSinCarne; donde se hace conciencia de la cantidad de litros de agua necesarios para preparar un kilo de carne (15,500, según WWF).
#RetoDíaSinPlástico; invitando a la población a no consumir plástico de un sólo uso, ya que anualmente se tiran más de 100 millones de toneladas de plástico a la naturaleza.
#RetoDíaSinEmisiones; Evitando el uso del automóvil, transporte o cualquier forma de emisión de CO2.
William no tenía nada que perder, porque ya lo había perdido casi todo. Su salvación tuvo dos características importantes: un libro y el apoyo de las personas que lo querían tanto como para sacrificar lo poco que les quedaba. En el Trashtag Challenge, la iniciativa de una persona une la fama de los challenges (que son seguidos por jóvenes, en su gran mayoría) y la necesidad de limpiar nuestro planeta. En la tercera historia, la importancia de crear conciencia sobre los temas del clima mundial, han sido seguidos por más países. Estas historias son reconocidas por todos y son punta de lanza para la creación de nuevas tecnologías que ayuden a limpiar el planeta, que ayuden a la protección del medio ambiente con nuevos métodos. Con estas tecnologías se generarían nuevos negocios, nuevos modelos de emprendimiento y así, se crearían empresas que ayuden a las comunidades y al mundo entero.
Todas estas historias, además, son un llamado para todos los jóvenes y los adultos, es una buena forma de que los niños nos recuerden, como la generación que comenzó a cambiar las cosas en el mundo. La determinación, como siempre, depende de cada quien y lo que cree; por ello quise enfatizar que tres historias como éstas pueden motivarnos a cambiar nuestra comunidad, o el mundo entero.