Por: Iñigo Arenas, director de Feher Consulting – USA
Feher Consulting, Julio 2021
Uno de los sectores más afectados durante la pandemia fue el negocio restaurantero a nivel mundial. Sólo en Estados Unidos, se perdieron 8 millones de empleos y se generaron pérdidas cercanas a los $280 billones de dólares.
En el peor momento de la crisis, el gobierno norteamericano otorgó créditos y estímulos para que la industria pudiera sobrevivir. También entregó apoyos generalizados al desempleo y candados para no poder desalojar a los inquilinos aún cuando presentaran adeudos de renta. Aunque estos apoyos fueron un gran “salvavidas” para muchos, tuvieron una consecuencia no del todo- intencional- en el sentido que, cuando la economía empezó a reactivarse, era muy complicado contratar a personal, ya que las personas preferían quedarse en casa recibiendo los cheques del gobierno (que en algunos casos eran por cantidades mayores a las del salario) que salir a trabajar.
Esta situación creo aún más presión económica y operativa para los restaurantes, ya que se veían forzados a incrementar salarios para atraer al personal, o tenían que operar con plantillas reducidas.
Sin embargo, para este julio de 2021, prácticamente la vida ha vuelto a la normalidad. La gente tiene dinero y está ansiosa por salir. Los viajes internacionales siguen siendo poco prácticos por las restricciones y los viajes domésticos son una buena opción.
Después de estar tanto tiempo limitados, la gente está saliendo. Generándose lo que nos gusta llamar Turismo de Venganza o Revancha (Revenge Turism). La gente está saliendo a consumir y los restaurantes nuevamente están llenos.
Todo parece que va bien en ese sentido. Sólo nos falta ver como se moverá la inflación y las tasas de intereses; que analizaremos en los próximos meses.
