Ferenz Feher, CEO Feher Consulting
Mayo 2024
“Sueño, compruebo mis sueños con mis creencias, me atrevo a correr riesgos y ejecuto mi visión para hacer realidad esos sueños.”
Walt Disney
En México el grueso de las empresas existentes son empresas familiares, que básicamente son organizaciones que pertenecen por completo o en gran parte a un grupo familiar. Según el Reporte 2022: Nivel de progreso de las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía, realizado por el IPADE Business School, las empresas familiares en nuestro país representan entre el 85 y 95% de las unidades de negocio en el país.
Esto, por supuesto, es algo que nos podíamos imaginar. La mayoría de los negocios han sido iniciados por los abuelos de una familia, que generación tras generación han seguido trabajando para mantener el negocio, para darle continuidad. De acuerdo con información del Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas, en México la mayor parte de las empresas se consideran como familiares y representan 9 de cada 10 compañías constituidas formalmente.
Sin embargo, también existe una realidad ineludible: un 70% de las empresas familiares desaparecen luego de que su fundador muere, mientras que solo un 12% logra sobrevivir hasta la tercera generación[1]. Una de las razones por las que sucede esto es, según afirman varios expertos, el mal funcionamiento de un gobierno corporativo y, sobre todo, a no considerar oportunamente el tema de la sucesión familiar.
El Reporte 2022: Nivel de progreso entre las empresas familiares para lograr su continuidad y armonía, elaborado por la IPADE Business School de la Universidad Panamericana, asevera que conforme pasan los años, las empresas deben adaptar sus requerimientos operativos y las formas de trabajar a las nuevas condiciones de la vida y de la compañía, buscando que más miembros de la familia se integren a la organización, ampliando el grupo de control, introduciendo nuevos intereses y generando futuros potenciales.
Dicho reporte asegura que esto último es sumamente importante de llevar a cabo, sobre todo considerando que un 49% de las empresas familiares está en riesgo de desaparecer debido a la falta de controles para asegurar su permanencia. Cabe mencionar que un importante número de franquicias y pymes son precisamente empresas familiares.
Por ello, es muy relevante entender que, dentro de esos controles y retos a cumplir para lograr la sobrevivencia de la empresa, así como mantener su crecimiento, juega un papel decisivo el tema de las sucesiones generacionales, es decir, prever al líder que dará continuidad a la empresa cuando el fundador ya no esté. Sobre todo si es que deseamos que la compañía subsista incluso después de la tercera generación.
Lo cierto, es que no es un tema sencillo, ya que suelen herirse susceptibilidades a la hora de decidir quién debe quedar al frente del negocio una vez que el fundador ya no pueda/quiera seguir. La historia empresarial cuenta historias donde los hermanos, los hijos y los nietos, entre otros, se confrontan por ser los elegidos. Esto es mucho más sencillo cuando anticipadamente se crea un plan que sirva de guía para tomar una decisión tan relevante para la empresa.
En este sentido, lo ideal es no esperar a que el fundador muera o decida retirarse para decidir a quien encabezará el timón de la compañía, es decir, no hacerlo en una suerte de urgencia empresarial. De hecho, y según el estudio Perspectivas de la Alta Dirección en México 2022 hecho por KPMG, un 33% de las empresas consideran como un riesgo de negocio relevante la planeación inadecuada en la sucesión de puestos clave. ¿Por qué? Porque esto poner en riesgo no solo la estabilidad del negocio, sino también su continuidad.
Este estudio asevera que la decisión tardía puede deberse al temor que existe en la familia por generar fricciones entre los miembros de ésta y también porque no tienen claridad en cómo llevar a cabo dicho proceso, o tan solo por el hecho de que es una decisión que se deja en las manos de la administración en turno.
Todo esto se resuelve con un Plan de sucesión previo, según KPMG, que denote cuáles son los intereses de los posibles herederos y sus objetivos, y que permita saber si todos ellos están alineados, ya que, de no hacerlo, esto podría provocar conflictos a futuro. Lo ideal es lograr que la empresa y la familia puedan transaccionar de manera ordenada y así hacer más ágil el proceso, pero, sobre todo, que se logre la sobrevivencia del negocio.
Numerosos investigadores y expertos en el tema de Gobierno Corporativo que aseguran que aunque haya familiares al interior de la empresa que puedan heredar la dirección de ésta, no necesariamente son los idóneos para tomar el cargo. De acuerdo con el estudio de KPMG, esto puede delimitarse precisamente en el Plan de sucesión, que permitirá tener una mejor idea de la selección de líderes (incluso externos a la familia), periodos de transición, entre otros.
Lo más importante de todo, además de lo que ya hablamos de prever anticipadamente quién heredará el negocio, es analizar cómo se encuentra la organización: qué es lo que se desea para ella, quiénes pueden ser los posibles sucesores y si tienen el perfil adecuado para liderar el negocio, y también en todo caso si tienen la capacidad para involucrarse, entender los procesos y si trabajará con interés para llevar al éxito a la empresa.
La elección del líder sucesor adecuado no solo redundará en la sobrevivencia de la empresa familiar, sino que también coadyuvará en la sostenibilidad de ésta y en la armonía familiar, ya que velará por los intereses del negocio y de la misma familia. Si tu empresa entra en este rango familiar, podrás notar que prever quiénes colaborarán en ella y qué rol tendrán es sumamente importante, sobre todo si en algún momento piensas delegar el mando.
[1] Información aportada en el 3er Simposio de Gobierno Corporativo, organizado por el Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas, realizado en octubre de 2023.