“Seguir tu pasión te llevará hasta cierto punto. Para que tu negocio sea rentable necesitas establecer tus objetivos y formular un buen plan”.
Emprender con algo que amas hará que trabajes mejor, pero eso no quiere decir que tendrás un negocio rentable. El trabajo duro debe alinearse con las oportunidades correctas y ahí es donde el espíritu emprendedor entra y deja que la pasión forme parte de tu empresa.
Mi viaje por la cocina me ha enseñado innumerables lecciones que van más allá del tiempo y temperatura. Si buscas cambiar el tuyo aquí hay algunas lecciones probadas:
1. Trata las metas como recetas. Recuerda hacer una cosa a la vez. Es fácil quedarse atorado en algo que según nosotros amamos pero que en realidad no significa tanto. Si segmentas tus metas podrás tener una visión clara para estar calmado y enfocado en el proceso. Ten tus objetivos en mente, pero trata de apreciar los momentos que estás experimentando.
2. Conoce a la gente que llegó antes que tú. Cuando me cambié de carrera, aprendí de grandes chefs. Quería saber de todo, incluyendo los aciertos y errores de estos personajes. Nunca esperé tomar el mismo camino que ellos, pero entendí de cierta forma lo que hicieron para poder triunfar.
3. Siempre ofrece algo. Yo suelo viajar un poco, aprendo de chefs y cocineros alrededor del mundo. Cuando llego a un lugar nuevo me gusta ver qué hacen para conocer nuevas técnicas y platillos.
Esto ha sido un gran reto como extranjera. Pero usualmente, a cambio de observarlos, ofrezco mis servicios en sus restaurantes o les doy una receta nueva. Si les das tu confianza y ayuda se abrirán más contigo.
4. Busca ayuda de los que lo hacen mejor que tú. Usa tu red y recursos con cuidado. Si no tienes cierta habilidad seguro conoces a alguien que sí. Por ejemplo, una vez quería tomarle fotos a mis recetas pero no sabía cómo. Compré una buena cámara y le pedí a un amigo mío que es fotógrafo que me enseñara a tomar buenas fotos.
5. Prepárate para estar incómodo, tanto física como mentalmente. Algunas de las grandes lecciones y experiencias de la vida vienen de cuando no me sentía muy cómoda con lo que estaba haciendo.
Cuando me propuse a escribir mi primer libro de cocina, estaba embarazada y trabajaba tiempo completo. Tenía que escribir, cocinar, probar y fotografiar el libro entero. Esto me aterraba. Había días en los que terminaba tan cansada que me costaba trabajo levantarme. Pero al final terminé el libro con éxito.
Fuente: SoyEntrepreneur
Por Aliya Leekong