Ferenz Feher, CEO Feher Consulting
Feher Consulting, Octubre 2022
“No se preocupe cuando no sea reconocido, pero esfuércese por ser digno de reconocimiento”
Abraham Lincoln
Todos enaltecemos el hecho de ser mexicanos, de nuestras raíces y costumbres, del valor y la perseverancia que como pueblo nos caracteriza y eso lo vemos siempre, en un mundial o una pelea de box, en una festividad, o en el extranjero. Y yo, con mucho orgullo les digo que diario debemos reconocer el increíble liderazgo en los negocios que tenemos en México y la creatividad que tenemos como emprendedores, porque muchos luchamos estoicamente por nuestros sueños.
Recientemente leí de una marca mexicana que tiene cerca de 30 años de existencia y que fue reconocida por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) como una ‘marca famosa’ (que es una marca que por su nombre en sí mismo, la gente sabe a qué se dedica, qué es lo que hacen, etc., es decir, que son de dominio público). Se trata de Aldo Conti Italy, una marca 100% mexicana.
La historia de esta empresa es inspiradora, sobre todo porque llegó a un mercado que podría pensarse no era tan tradicional en México: la moda. Comenzaron en un local en el Centro Histórico de la Ciudad de México, vendiendo trajes para caballero, y ante un éxito rotundo por ser accesible a las personas en costos y calidad, poco a poco fueron abriendo más unidades en otras partes del país.
Sin embargo, no todo fue maravilloso… después de una expansión importante, en 2007, Aldo Conti Italy cayó en quiebra. Estamos hablando de que, para entonces, ya era la empresa más importante de venta y fabricación de ropa para caballero, con presencia en cinco países y tres marcas de retail. Pero algo no salió bien y parecía el principio del fin.
Ellos mismos han platicado sobre esta experiencia, de la que sacaron el mayor aprendizaje, que es cómo se debe hacer ante las “inminentes derrotas”. ¿Qué fue lo que los llevó a esta situación de quiebra? Fácil: empezaron a delegar y dejaron de controlar ellos mismos su negocio. En aquel entonces, debían más dinero de lo que la marca valía, y cerraron unidades, hasta quedar en solo 50 tiendas.
En 2020, y ante una pandemia que arrasó con muchos negocios por el cierre de los comercios, parecía venir una nueva etapa de crisis para la compañía. Pero su liderazgo y visión de negocios aprendida de la experiencia fueron suficientes para salir avante de estos dos años donde vieron limitadas sus ventas. De 170 tiendas que ya tenían, tuvieron que cerrar 60. Pero hubo algo que los mantuvo con vida: la digitalización y un nuevo catálogo de productos.
Actualmente, Aldo Conti está operando 127 tiendas y espera terminar el año con la apertura de tres unidades más, todas bajo su propio control. Las ventas por su página web se incrementaron de forma importante y la incorporación de ropa casual formal a su inventario, le sumaron varios clientes que buscaban ropa cómoda para llevar el encierro.
Hoy, podría decirte como consultor y empresario, que lo que llevó a Aldo Conti a su recuperación fue la perseverancia, el aprendizaje, la pasión y el trabajo duro. Pero eso, sobre todo eso, el aprendizaje. Encontraron lo que estaban haciendo mal y lo corrigieron, se reestructuraron y comenzaron a renovarse para llegar a nuevos mercados.
Este es solo el ejemplo de una empresa mexicana que ha sabido cómo crecer de forma autónoma, resaltando por ser una marca de dominio público cuyos productos tienen la misma calidad que otras vestimentas de países como Francia, pero hechos por manos mexicanas, que conforman una gran familia junto con los fundadores de la marca. El trabajo diario, adaptándose a las nuevas exigencias del mercado y la innovación que la tecnología permite, han sido el sello de ésta y muchas otras marcas.
Quedémonos entonces con este aprendizaje: si has decidido seguir un camino y sabes que ahí está tu futuro y que podrás hacer de él un negocio fructífero, no claudiques pese a todos los obstáculos que se te presenten. Así somos los mexicanos, aprendemos a sortear las malas y las peores, porque nuestra creatividad es innata, pero, sobre todo, somos tercos “a la buena” y no nos dejamos vencer.
No me queda más que decirte que luches por tus sueños, que lleves tu negocio a que todo mundo lo conozca, que con solo mencionar el nombre de tu marca las personas sepan de quién hablan. Que todo el mundo sepa que, en México, nos orgullecemos y exaltamos de ser mexicanos.