“Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él”.
George Bernard Shaw, Escritor irlandés.
Sebastián Spering Kresge, comenzó su imperio comercializando agujetas de zapatos, cigarrillos y cerillos en un carrito; después de unos años fundó la famosa cadena de autoservicio Kmart. De esa historia nace una expresión de dominio público que se refiere a iniciar un negocio: “Up from a shoestring”.
El 15 de mayo de 1940, Dick y Mac McDonald abrieron el primer restaurante McDonald’s en San Bernandino (California), sobre la Ruta 66. El menú consistía en 20 artículos, sobre todo la barbacoa. Años después Ray Kroc adquirió el local y la historia de McDonald’s se convirtió en uno de los pilares del modelo de franquicias actual.
El ser emprendedor en estos días requiere de carácter; al menos eso es lo que he observado durante mi vida como empresario: en todos los casos de éxito, el secreto está en buscar una y otra vez la fórmula que nos hará triunfadores.
Los emprendedores pueden ser reconocidos como aquellos que siempre están buscando mejoras en lo que hacen, nunca descansan, proponen soluciones, muchas de ellas sumamente radicales e innovadoras. Podemos encontrarlos en cualquier parte del mundo, en todas las carreras que podamos pensar, en los colaboradores, en quienes cuentan con un negocio, una tienda, un oficio; en fin; creo firmemente que todos somos EMPRENDEDORES en alguna etapa de nuestra vida, sólo que o no lo sabemos, o no lo desarrollamos adecuadamente.
¿Qué hay que hacer para ser EMPRENDEDOR?
CREA
Para convertirte en un emprendedor exitoso, tienes que conocerte y ubicar cuáles son las actividades que realizas y disfrutas; por ejemplo, tus hobbies, pasiones, o aquello que sabes hacer realmente bien sin problemas ni reproches.
Una vez ubicados estos gustos, hay que analizar si existe demanda en el mercado para lo que te gusta y dirigirlas hacia una actividad empresarial; ya sea la de CREAR nuevas oportunidades de crecimiento por medio de la venta de algún producto o servicio en ese campo, o bien; la de proporcionarles un elemento diferenciador que pueda generar demanda en los consumidores.
CREE
El emprendedor muchas veces es señalado como la “persona que planifica, organiza, opera y asume el riesgo de una aventura comercial” y no está tan lejos de la realidad, pero también tiene que existir un elemento sumamente interesante: la motivación y tus sueños.
Si crees firmemente en tu ideal de empresa, negocio, actividad o lo que emprendas, sigue luchando, investiga la manera de hacer realidad esa idea, estudia las posibilidades, lee acerca del tema, conoce los pros y contras, analiza las opciones para desarrollar un plan de negocios capaz de brindarte la información que necesitas para tomar una decisión sobre tus próximos pasos. Si eres de los que ya tienen un negocio y es próspero, busca la manera de llevarlo a otros lugares, busca nuevas líneas de comercialización, etcétera. Todo lo que pueda sumar a tu idea, negocio y/o empresa es válido siempre y cuando no caigas en prácticas desleales.
Toma en cuenta que un emprendedor camina por sitios no tan transitados ni comunes; en muchas ocasiones puedes enfrentarte con sinsabores, pero el secreto es mantener la fe y CREER en ti. No busques respuestas y apoyo en personas que sean fatalistas, al contrario, rodéate de amigos, familiares, emprendedores y expertos que comulguen con tus ideales y aprende de ellos, escucha sus consejos y conserva lo que creas conveniente para aplicarlo en tu aventura emprendedora.
Recuerda que la mayoría de los grandes empresarios empezaron su imperio con un pequeño negocio, por ello debes tener la certeza que si unes tu capacidad de trabajar en lo que te gusta con las ganas de crecimiento y lo planeas de manera ordenada, el resultado será positivo. La decisión de hacer realidad tu sueño empresarial es enteramente proporcional a la disposición e ímpetu que le imprimas para concretarlo. La decisión es tuya.
Considera entonces el siguiente cuadro:
CUADRO: PARA SER EMPRENDEDOR…
Toma la iniciativa
Uno de los significados de la iniciativa según el Diccionario de la Real Academia Española nos señala que es una “acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar”. Por ello es muy importante considerar que dependerá de ti si se concreta tu empresa o proyecto, por lo cual la palabra, y más aún el significado de la misma debes tenerlo en mente todo el tiempo.
Considera actitud vs aptitud
Recuerda siempre que enfrentar tu carrera como emprendedor dependerá en muchas ocasiones de tus aptitudes, pero sin duda, la actitud con la que te desenvuelvas en el camino será determinante, a la hora de desarrollar relaciones con clientes, proveedores, gobierno, consultores, etc. Además servirá como herramienta fundamental en caso de surgir conflictos dentro y fuera de la empresa.
Sé fuerte: física y emocionalmente
Ser emprendedor significa muchas horas de trabajo, de logística; al menos en el nacimiento de la empresa o negocio, por ello debes ser fuerte; no sólo físicamente, también emocionalmente para soportar los momentos buenos y no tan buenos que puedan presentarse en el transcurso de la aventura.
Planifica y Organiza
Para crear de la nada una empresa, para iniciar una aventura, para realizar cualquier actividad en la vida debemos planear y organizar tiempo, dinero y esfuerzos, por ello lo primero que debes hacer a la hora de crear y creer en tu empresa es realizar un pequeño manual que plasme la idea del negocio y los primeros pasos para establecerlo. Una buena organización de las finanzas, inventarios, operaciones, etc. puede ayudar a evitar muchos problemas futuros.
¡Motívate!
Si comienzas a decaer en tu actitud los puntos negativos saldrán vencedores ante los positivos; por ello debes estudiar todos los escenarios para salir victorioso. Una fuerte motivación puede hacer que un negocio progrese y es de ayuda para sobrevivir a esos períodos de estrés.
Me despido con la frase del escritor inglés William George Ward la cual podría concluir a la perfección el presente artículo:
FRASE CELEBRE FINAL
“El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”.
Por: Ferenz Feher
Fuente: Pulso PyME