Por. Ferenz Feher, CEO Feher Consulting
Feher Consulting, Febrero 2024
“Tus actuales circunstancias no determinan donde puedes ir; se limitan a determinar por dónde empezar.”
Nido Qubein
La Inteligencia Artificial (IA) lo ha transformado todo, o casi todo. Como sabemos, se trata de una herramienta tecnológica que permite no solo automatizar tareas, optimizar procesos y tomar decisiones estratégicas basadas en datos, y hacerlo además de manera más precisa y eficiente. Por ello es por lo que se tiene la certeza de que benefician la productividad en las empresas.
Y es cierto, la IA ha cambiado la forma en la que trabajamos, interactuamos y procesamos la información. Herramientas asociadas a su uso, como ChatGPT, han demostrado cómo pueden elevar la productividad en las empresas… aunque en algunos casos se ha mostrado preocupación sobre los riesgos que hay sobre su uso. ¿Por qué? Porque hay temor en las personas de perder su empleo y, de manera importante, a una pérdida de la confidencialidad o mal manejo de datos personales.
Sin embargo, el estudio “Retos y perspectivas del trabajo: revelando las claves de la evolución laboral” de WeWork y PageGroup, asegura que un 48% de los mexicanos ya utiliza IA de forma cotidiana; un 28% no lo hace por falta de conocimiento, y un 24% no la considera necesaria. Y aunque la adopción de IA sigue creciendo, un 21% de los mexicanos muestra reservas sobre el impacto de la IA en el futuro, sobre todo por los cambios que podría generar en el mercado laboral y en la privacidad de sus datos. El 94% de los encuestados en dicho estudio cree que la IA puede mejorar los procesos en diversos sectores, mientras que un 78% asegura que su productividad ha aumentado gracias a su uso.
En este orden de ideas, podemos entonces asegurar que la IA está revolucionando muchos procesos al interior de las organizaciones, los está transformando en tanto la atención al cliente, la automatización de tareas, entre otros. ¿Qué podemos hacer nosotros para sacarle el mayor provecho y reinventar nuestro negocio?
La primera sugerencia es que si se va a adoptar IA en nuestra organización lo hagamos de una manera inteligente, estratégica y no solo por obedecer tendencias. Al final lo más importante implementar herramientas tecnológicas que beneficien una mayor productividad de los colaboradores, sumar eficiencia a las operaciones de la compañía. Entonces, hay que estudiar cómo podemos aplicar la IA en el negocio, si éste realmente es apto para hacerlo, cómo lo haremos, si se requiere asesoría, etcétera.
Por ejemplo, en materia logística, con la IA se puede mejorar la eficiencia y precisión en la gestión de inventarios y el cumplimiento de pedidos; además se pueden identificar patrones y tendencias de la demanda de productos, prediciendo así la demanda. Además de beneficiar una correcta planificación de inventarios, a través de la IA se pueden reducir pérdidas y mejorar la eficiencia operativa. Esto se puede lograr a través de diversas herramientas que usan IA y que posibilitan un mayor control visual de las personas, por ejemplo.
El uso correctivo y efectivo de la IA puede ayudar justamente a tener procesos logísticos más eficientes y menos costosos, permitiendo planear mejor la producción y la correcta distribución de productos. Esto es solo un ejemplo, pero que aplica a muchos negocios, porque la erradicación de mermas o robos hormiga es algo a lo que todos aspiran.
Lo importante es entender que se pueden reinventar muchas de las operaciones y actividades que se llevan a cabo en un negocio a través de la IA, pero que es necesario que cualquier implementación a realizarse se hagan de manera planeada y con una estrategia diseñada, pensada para hacer más eficiente el actuar de la empresa y no solo para customizar costos o tener ahorros a través de la eliminación de puestos de trabajo, dejando todo en manos de la IA.
Es verdaderamente importante hacer un uso efectivo de la tecnología, que ésta coadyuve a mejorar procesos, hacerlos más eficientes, que todo fluya mejor. Sacar provecho de la información que ésta arroja y cómo se puede optimizar el tiempo de los colaboradores, son dos aspectos clave en el uso de la IA, y nunca hay que olvidar que, aunque la tecnología aporta grandes avances, la inteligencia humana y su capacidad de resolución son irremplazables.